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viernes, 8 de enero de 2010

Cambiando Sonrisas por Juguetes

Los niños de la Vuelta de la Paloma en Ocoa, una zona muy pobre, cambiaron sonrisas por juguetes luego de recibir sus santos "Reyes Magos" este miércoles 6 de enero 2010, de parte de la Fundación Haz Un Niño Sonreír y la Unión de Ocoeños en N. Y.
Johnny Báez, presidente de la Fundación Haz Un Niño Sonreír, entregó los juguetes a nombre de las 2 instituciones de ocoeños en New York que están trabajando de manera conjunta por el porvenir de los más necesitados de la provincia de Ocoa, sobre todo con los niños.
También se preparó un almuerzo a los niños y adultos del lugar y se integró a los mismos comunitarios de la zona para ello, cosa que permitió sentir un ambiente de confraternidad.
Los niños se sintieron felices porque los tomaron en cuenta para este día especial y no escondieron sus deseos de tener un juguete. Estas instituciones también entregaron mascotas y lápices a estos niños al inicio del año escolar. Que bueno poder contar con la preocupación de estas personas.
Dedicar y enfocar las ayudas a los niños, es contribuir con la mejor esperanza del futuro. Verlos sonreír llena de satisfacción a estas instituciones de ocoeños que han dedicado su tiempo y espacios buscando formulas para conseguir esta ayuda que ofrecen con la convicción de que aún hay una sociedad noble que quiere vivir para hacer el bien.
La Fundación Haz Un Niño Sonreír fue creada en 1998 por Johnny Báez y desde entonces se ha dedicado a ayudar a niños de todo el país, especialmente a los de la provincia de Ocoa, sin hacer mucha bulla. La Unión de Ocoeños en N. Y. ha llegado para fortalecer y dar esperanza al importante recurso que son los niños y jóvenes de Ocoa.
Los niños tienen derechos a jugar y poder vivir su etapa llena de ilusiones, en la que aprenden a amar, a perdonar y a ser agradecidos. Hoy tienen que agradecer a personas que están lejos, pero se mantienen pensando en ellos e imaginando lo triste de su realidad del diario vivir.
Más que un placer, debe ser un privilegio poder ofrecer a estos niños la alegría que le quita la realidad de cada día. Enseñarles que todos debemos ayudar y compartir con los demás el sueño que una vez tuvimos cuando niño.
La importancia mayor no es el juguete en sí, sino es el gesto que estos niños valoran, pues eso mismo ellos nos darán a la sociedad. Ellos ven el ejemplo de personas desinteresadas que buscan lograr una sociedad más justa y llena de valores morales.
Los niños tienen el don de saber quiénes los aman y los más humildes en Ocoa saben que hay personas valiosas que los quieren ver convertidos en entes buenos y serviles para la sociedad, por lo que este día han decidieron hacerlos sonreír. Gracias a la Unión de Ocoeños en N. Y. y sus integrantes, además a la Fundación Haz Un Niño Sonreír en la persona de Johnny Báez, por ser parte de los que quieren dejar entrar el futuro a través de una puerta que nos llevará a ser un Ocoa más sano y lleno valores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que Dios protega con su manto y lleve salud, paz, amor y civismo a los miembros de la Fundación Sonrisa Infantil. Un gesto que perdura y deja huellas positivas en la niñez.