El miércoles 20 de enero, alrededor de las 5 de la tarde, fueron recibidas en el templo católico las penitencias de distintos lugares de Ocoa que llegaron con su cruz en la mano. Esto se enmarca entre las actividades de las fiestas patronales de Ocoa.
El Sacramento de la Penitencia fue instituido por el Sr. Jesucristo para borrar los pecados cometidos después del bautismo. Es llamado también el Sacramento de la Conversión, porque realiza sacramentalmente nuestro retorno a los brazos del padre después que nos hemos alejado con el pecado.
Los efectos del sacramento de la penitencia, son la reconciliación con Dios y con la iglesia, la recuperación de la gracia santificante, el aumento de las fuerzas espirituales para caminar hacia la perfección, la paz y la serenidad con la conciencia con una vivísima consolación del espíritu. No hubo ningún político ahí, pero hay muchos que tienen que confesarse.
El Sacramento de la Penitencia fue instituido por el Sr. Jesucristo para borrar los pecados cometidos después del bautismo. Es llamado también el Sacramento de la Conversión, porque realiza sacramentalmente nuestro retorno a los brazos del padre después que nos hemos alejado con el pecado.
Los efectos del sacramento de la penitencia, son la reconciliación con Dios y con la iglesia, la recuperación de la gracia santificante, el aumento de las fuerzas espirituales para caminar hacia la perfección, la paz y la serenidad con la conciencia con una vivísima consolación del espíritu. No hubo ningún político ahí, pero hay muchos que tienen que confesarse.
Mientras entraban las penitencias a la iglesia, los caballos se pasearon por todas las calles de Ocoa como acostumbran para esta fecha de patronales y las casetas de frituras "adornan" el entorno cercano al templo. El recibimiento de la penitencia es parte esencial de estas fiestas en honor a la virgen Nuestra Señora de la Altagracia.
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