Al ver esta escena desde lejos podemos dar varias lecturas. En mi caso, que hice la foto, pude ver algo de lo que pasó, lo otro me lo imagino. Lo que vi fue al señor llegar con el burro a la puerta de la repostería frente al parque de Ocoa y de una vez supe que no iba a comprar un dulce, más bien ofertaba su última venta del largo día, mientras el animal aprovechó la esquina de concreto para rascar su cuello como si estuviera diciendo que "si" con la cabeza. Al señor levantar su mano hacia el techo y ver el largo palo con una escoba que cargaba el burro, era más que evidente que este producto era para limpiar en zonas altas. Es un producto ingenioso y útil, aunque hubo que cortar algún árbol largo para obtenerlo, cosa que no ayuda a la naturaleza, pero también sería un problema buscar un lugar para guardarlo. Pero en fin, la vida del pobre es dura, tiene que buscar el sustento día a día y su honradez es su energía y alimento que le permite sobrevivir en este injusto sistema.
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