La iglesia católica de Ocoa tiene un templo de gran estructura arquitectónica que a través de los años se ha mantenido como testigo del proceso de evolución del pueblo de San José de Ocoa y cada ocoeño, católico o no, tiene grabada la imagen de este templo que ha sido la casa del padre Luis Quinn y donde hoy descansan sus restos. Es aquí también, donde muchos ocoeños se han bautizado, se han casado y han dado el último adios a sus seres queridos por varias generaciones. Este templo fue consagrado a San José y a la Vírgen de la Altagracia patrona de nuestra provincia.
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