Un joven que fue detenido hace una semana acusado de robo, supuestamente fue maltratado en el destacamento policial de la 36 compañía en el municipio cabecera de Ocoa. A juzgar por las fotos y por lo que nos contó la familia del joven, a éste le cubrieron el rostro con una funda, lo golpearon y le provocaron laceraciones en sus muñecas con las esposas que tenía puestas, como se observa en la foto.
No es posible que en pleno siglo 21 se esté actuando de manera inhumana e imitando etapas superadas como las torturas de la cárcel de la 40 para sacar confesiones. Una persona detenida y esposada está inhabilitada y debe ser la justicia quien determine su culpabilidad o inocencia, además su posible condena jamás debe ser la violación a sus derechos humanos.
No es posible que en pleno siglo 21 se esté actuando de manera inhumana e imitando etapas superadas como las torturas de la cárcel de la 40 para sacar confesiones. Una persona detenida y esposada está inhabilitada y debe ser la justicia quien determine su culpabilidad o inocencia, además su posible condena jamás debe ser la violación a sus derechos humanos.
En el destacamento de Ocoa no es la primera vez que se denuncia este tipo de tortura a los detenidos. Ya es hora de que se le ponga atención a estas denuncias y el Ministerio Público abra un investigación seria, para que se evite esta brutalidad policial que podría tener consecuencias de repercusión nacional e internacional que lleve a sanciones contundentes.
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