República Dominicana tiene una provincia llamada San José de Ocoa y es un lugar especial rodeado de montañas orgullo de su gente. Todo el que nace en un lugar específico, siente que ese es el mejor lugar del mundo y eso es lógico. En esta encuesta, el 31% le hubiera gustado nacer en Santiago, de no ser en Ocoa, también es mi segunda ciudad preferida. Sentirse orgulloso de su pueblo, mostrar ese amor por él y poder representarlo donde quiera que vamos, es llevarlo en la sangre, luchar y sacrificar cosas importantes por él. Amar a Ocoa tiene un sentido especial, por ser un pueblo pequeño rodeado entre montañas y eso nos convierte en una sola familia donde quiera que estemos. Muchos ocoeños han salido de este pueblo en busca de mayores facilidades, pues aquí hay muchos límites, pero donde quiera que van su primera carta de presentación es decir: "soy orgullosamente ocoeño". Los jóvenes que terminan el bachillerato tienen que salir de la provincia, al igual que en otros lugares, porque aquí no existen muchas oportunidades para desarrollarse, pero a pesar de todo, donde llegan se destacan y siempre están entre los primeros, y de nacer en otro lugar, tendrían que venir a Ocoa, pues de lo contrario se perderían de disfrutar de un jardín de bellas flores, representado en la mujer ocoeña y en el fuerte roble, representado en el hombre trabajador ocoeño, que ha tenido la dicha de nacer en este paraíso de ensueño.
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